Prevención de accidentes en lugares recreativos

En la piscina:
«Impulsar la enseñanza organizada y completa de aprender a nadar correctamente a todos los niños a partir de 4 a 5 años.
«Apoyar su práctica periódica para no perder el aprendizaje y perfeccionarlo.
«Toda actividad lúdica acuática antes de los 4 años, puede ser beneficiosa como preparación a un aprendizaje formal y duradero, pero no garantiza que un niño menor de esa edad pueda nadar ante una emergencia sin ayuda.
«Chalecos salvavidas: se eligen por peso y no por edad. El niño debe mantener la cabeza fuera del agua, aún inconsciente. Elegir los de abertura anterior, con al menos 3 broches y correa pasada por la zona inguinal, confeccionados en material de alta flotabilidad.
«La visión permanente de un adulto es la medida preventiva más simple, económica y eficiente para vigilancia de los niños, especialmente los que no tienen «noción del peligro» (en general. debajo de los 4 años).
«Toda piscina debe tener un cerco completo, idealmente de 1,50m de altura, y una única puerta de acceso no accionable por los niños.
«Antes de zambullidas (de cualquier tipo) desde el borde o trampolines un adulto con experiencia debe evaluar la profundidad de la pileta en la zona de caída en el agua.
«El exceso de cloro, es agresivo para los ojos, nariz, pelo, piel y por ingestión involuntaria. Lo ideal es que las piletas para niños tengan antisépticos «no clorados».

La práctica de diversos deportes:
«Las «lesiones por sobrecarga» son la sobreexigencia en actividad o en peso, para las que el sistema óseoarticular y muscular del niño no está preparado.
«Las «lesiones por traumatismo» se producen por piso defectuoso, calzado o indumentaria inadecuada, escasa supervisión de los adultos y falta de sentido lúdico del deporte.
«El deporte debe ser exclusivamente lúdico y formativo durante los primeros 10 a 12 años. Recién a esa edad y con la supervisión física y control médico pediátrico puede iniciarse actividades competitivas.
Plazas, parques y sus juegos:
«Lo ideal es que tengan áreas exclusivas para los niños más pequeños, lejos del transito, de las fuentes y de mascotas potencialmente agresivas.
«Todos los juegos deben ser primero observados por los adultos (mantenimiento, roturas, etc.) y siempre utilizados luego de un aprendizaje guiado y bajo visión directa.
» Areneros: cuidado con vidrios, jeringas, agujas, excrementos de mascotas, hormigas, pulgas, arañas y otros insectos.
«El calzado ideal para este ámbito son zapatillas deportivas cerradas. Nunca «ojotas» y menos aún descalzos.
Exposición solar:
«Recordar que la «exposición indirecta» (arboledas, galerías, sombrillas, etc.) puede ser tan agresiva como el sol directo, especialmente en bebés.
«En un país tan extenso, el pediatra indicará en cada zona los horarios permitidos de exposición. Para el área centro – norte del país se sugiere no exposición directa de 11 a 17 horas.
«Para adquirir un «protector solar» efectivo, conviene también consultar al pediatra o al dermatólogo dada la gran cantidad de productos (y su publicidad) que pueden desorientar a los padres.
Sociedad Argentina de Pediatría

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