Peligro de contagio!!!


    «Si la fuerza es contagiosa, la debilidad no lo es menos: tiene sus atractivos; no es fácil resistírsele. Cuando los débiles son legión, os encantan, os aplastan: ¿cómo luchar contra un continente de abúlicos? Dado que el mal de la voluntad es además agradable, uno se entrega a él gustoso. Nada más dulce que arrastrarse al margen de los acontecimientos; y nada más razonable. Pero sin una fuerte dosis de demencia, no hay iniciativa alguna, ni empresa, ni gesto. La razón: herrumbre de nuestra vitalidad. Es el loco que hay en nosotros el que nos obliga a la aventura; si nos abandona, estamos perdidos: todo depende de él, incluso nuestra vida vegetativa; es él quien nos invita a respirar, quien nos fuerza a ello, y es también él quien empuja a la sangre a pasearse por nuestras venas. ¡Si se retira, nos quedamos solos! No se puede ser normal y vivo a la vez. Si me mantengo en posición vertical y me dispongo a ocupar el instante venidero, si, en suma, concibo un futuro, es a causa de un afortunado desarreglo de mi espíritu. Subsisto y actúo en la medida en que desvarío, en que llevo a bien mis divagaciones. En cuanto me vuelvo sensato, todo me intimida: me deslizo hacia la ausencia, hacia manantiales que no se dignan afluir, hacia esa postración que la vida debió conocer antes de concebir el movimiento, accedo a fuerza de cobardía al fondo de las cosas, completamente arrinconado hacia un abismo en el que nada puedo hacer, ya que me aísla del futuro. Un individuo, tal como un pueblo o un continente, se extingue cuando le repugnan los designios y los actos irreflexivos, cuando, en lugar de arriesgarse, y precipitarse hacia el ser, se refugia en él, retrocede a él: ¡metafísica de la regresión, del más acá, retroceso hacia lo primordial!»

    Emil Michel Cioran. Escritor y filósofo de origen Rumano (1911-1995)

    Como saben mis lectores, Cioran es fuente de conocimiento e inspiración para mí. En sus palabras me veo muchas veces reflejado. Estas palabras, que utiliza en su libro «La Tentación de existir», que no os puedo recomendar (salvo que estéis locos o depresivos), son empleadas para describir el declive de Europa, pero bien podrían ser aplicadas para describir, como él mismo dice, el declive de un individuo, un pueblo o un continente, pero que también podría ser, y esto lo añado yo, una profesión o una asociación.

    Cioran sin embargo no contemplaba en su discurso las distintas facetas de la vida y por tanto las distintas muertes o existencias de los individuos. Hay quien puede estar muy vivo en lo personal, familiar o social, cometiendo aquí y allá pequeñas o grandes locuras, mientras está muerto en lo laboral, entregado a la abulia de la razón. Los hay diametralmente opuestos y su única vida, a la que se aferran y apegan, es su vida laboral, y es en ella donde su locura germina y florece. También los hay locos rematados y cuerdos absolutos.

    La verdad es que no se si quiero contagiar mi fuerza o si en el fondo de mi ser hay un anhelo cada vez mayor de razón y debilidad.

    Lo que si que tengo claro, es que desde hace mucho tiempo intento contagiar mi locura con alguna victoria pírrica que mina cada vez más mi existencia. Necesito una victoria pronta o me entregaré, con todas sus consecuencias, a la razón.

    pediatria y salud