Regalos simples que siempre son bien recibidos

por Lena

Partamos de la base que uno normalmente está feliz cuando le llega un regalo, pero no hay nada más rico que cuando alguien le achunta exactamente a eso que necesitabas o querías, y aunque al momento de comprar hay algunos que se complican, a mí parecer con una guagua es bastante fácil hacer regalos sumamente útiles, lindos, normalmente sin gastar mucho y teniendo asegurados el agradecimiento y la sonrisa de quien los recibe.

– Tutos de género: se usan muchos y durante al menos un año, por lo que tener un sobre stock es un agrado. Para poner en la cuna, en el coche, en el hombro, para tapar la guagua cuando hay viento, para usarlo de mudador cuando hay que cambiarlo en lugares inesperados, etc. No importa si uno ya recibió varios de regalo, porque nunca sobran. Además ahora hay algunos de algodón tan bonitos y se pueden comprar hasta en el supermercado. Ideal.

– Baberos: hay una época al rededor del año, o cuando salen en masa los dientes, que la baba de las guaguas es algo incontrolable y uno se la pasa cambiando de baberos una y otra vez, pues los empapan con una rapidez insospechada. Yo todavía no logro decidirme cuál es el babero ideal, si el que se amarra, que a veces da nervio, o el que se fija con velcro, que a veces puede raspar la cabecita. Independiente de nuestras preferencias, y de que a veces no nos guste ponérselos, en algún minuto se hacen absolutamente imprescindibles.

– Pañales: esto es casi una obviedad, pero nunca esta de más repetir que los pañales siempre, siempre, son bien recibidos. Puede que al comienzo, digamos durante el embarazo, uno lo encuentre un poco fome, pero basta que la guagua nazca para que nos demos cuenta lo bacanes que fueron esas personas que regalaron pañales. Hay que tener ojo de achuntarle con la talla, por lo que regalar un poco más grandes siempre es una buena solución.

– Piluchos y calcetines: no sé si esto le pasará a todo el mundo, pero yo amo los piluchos o bodies, porque me encanta sentir que la espalda de mi guagua está cubierta. Era tan fanática que los usé con mis guaguas sin falta, todos los días, hasta que aprendieron a ir al baño. En verano como única capa – habían unos sin mangas,tipo sudadera, exquisitos! – y en invierno como primera. Y como sabemos que es bastante fácil que las guaguas se mojen, se pasen, etc., tener muchos piluchos también es un agrado. Y algo parecido pasa con los calcetines, sobre todo pensando que cuesta encontrar el calcetín perfecto, ese con que uno capta que está cómodo, que no le aprieta y está bien en la talla, pero que no logra sacárselo tan fácilmente al frotar sus patitas.

– Cremas pre y post natales: un buen consejo que alguna vez recibí y que intento yo también entregar es que la humectación de la piel durante el embarazo y el post parto es demasiado importante. Y la verdad es que es mucho más determinante la frecuencia y constancia con que se usan que la marca de la crema. Si uno aplica con conciencia la crema, no importa si es mucho más barata que otras del mercado, como pasa con la crema Simonds, por ejemplo, porque se van a obtener prácticamente los mismos resultados que algunas que son carísimas. Durante mi embarazo recibí hartas cremas de regalo, algunas de las más top y otras más normales, y las agradecí muchísimo! porque me encremé como loca y mi piel prácticamente no sufrió nada.

Podría decir que regalar mamaderas o chupetes también es útil, pero normalmente las guaguas se acostumbran sólo a un tipo determinado de tetina y no aceptan ningún otro, por lo que uno se puede quedar con mamaderas casi nuevas que finalmente nunca le gustaron.

Se les ocurren más regalos, simples de encontrar y normalmente baratos, que siempre sean bien recibidos?

Link foto: Bambino


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