PARA DORMIR, SIEMPRE BOCA ARRIBA

Mi entrada de hoy quiero dedicarla a la prevención de la muerte súbita de lactante. La muerte súbita de lactante se define como la muerte inesperada de un lactante, previamente sano y en el que los datos de los estudios posteriores (autopsia) no permiten identificar la causa de la muerte. Es obvio que es algo que resulta aterrador para los padres y madres que tienen niños pequeños.

En los países desarrollados es una de las causas más frecuentes de mortalidad infantil entre los 30 días y los 12 meses de vida, dándose la mayor parte de los casos antes de los 6 meses de vida.

Desgraciadamente no conocemos apenas nada de las causas que provocan estas muertes, pero los estudios realizados sí nos permiten ofrecer una serie de recomendaciones que, desde que se han difundido y se han puesto en práctica,  nos han permitido disminuir la mortalidad por esta causa en más de un 50%:
  • Una primera recomendación, para la que existe una clara evidencia científica, es que los lactantes deben dormir siempre sobre su espalda, nunca sobre el vientre ni de lado. Existen trabajos científicos que muestran que el riesgo de muerte súbita aumenta hasta en 14 veces en los niños que duermen boca abajo. No se debe tener miedo a que el niño pueda sufrir un ahogamiento por vómitos o regurgitaciones; cuentan con mecanismos naturales de defensa como son el reflejo de deglución o el de la tos y se despiertan cuando se atragantan.

  • Otra recomendación importante es que el colchón del bebé debe ser de base dura, evitando que en la cuna haya almohadas, edredones o juguetes blandos.
  •  No se debe abrigar excesivamente al bebé. También está demostrado que el exceso de calor aumenta la incidencia de muerte súbita.
  • Un factor muy importante es evitar el contacto con el humo del tabaco, alcohol y drogas tanto durante el embarazo como después del parto.

  • La lactancia materna tiene un demostrado efecto protector frente a la muerte súbita.

  • También se han publicado estudios en los que parece que la utilización de un chupete durante el sueño tiene efecto protector.
  • Aunque dependiendo de culturas hay controversia respecto a esto, la Academia Americana de Pediatría recomienda que el bebé duerma en la misma habitación que sus padres, pero no en la misma cama.
  • No existe evidencia de que la utilización de monitores cardiorrespiratorios que detectan las pausas de apnea (cuando el bebé deja de respirar) o bradicardias (el corazón late más lento) sean útiles para disminuir la incidencia de la enfermedad. Sólo deben ser usados en niños con factores de riesgo y bajo supervisión médica.
  • Los niños deben ser vacunados según los calendarios oficiales de vacunación de su lugar de residencia.
Además de estas recomendaciones, que llevan unos cuantos años aplicándose, recientemente la Academia Americana de Pediatría ha publicado  una extensión de sus recomendaciones, en las que basándose en que la incidencia de muerte súbita ha disminuido, pero se siguen viendo muertes producidas por episodios de sofocación, asfixia o atrapamiento ha añadido otras dos recomendaciones:

  • Evitar el uso de los distintos dispositivos comercializados para evitar la muerte súbita de lactante como cuñas, posicionadores o colchones especiales.
  • Evitar las almohadillas protectoras que se sujetan a los barrotes o a los lados de la cuna. No existe evidencia de que prevengan lesiones del bebé y aumentan el riesgo de asfixia.

Si queréis leer más información, podéis hacerlo aquí:

http://enfamilia.aeped.es/prevencion/ponle-dormir-boca-arriba

http://www.aepap.org/familia/smsl.htm

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001566.htm

http://pediatrics.aappublications.org/content/128/5/1030.full
Para terminar, y relajaros un poquito, os dejo con una preciosa canción de estos dos monstruos de la música:

De niños y salud