El momento en que dejamos de llorar

por magdalena

No sé si esto le pasa a más personas o soy solo yo, pero quise compartirlo para saber si alguien más ha vivido esto de que la maternidad y el dejar de llorar estén tan estrechamente ligados.

Recuerdo que cuando era niña nunca veía llorar a mis papás, a menos que estuviera pasado algo realmente fuerte y cuando los veía con lágrimas en los ojos algo en mi se retorcía. Era muy extraño ver a estos dos seres, que para mí eran tan grandes y fuertes, llorando y sufriendo.

Desde esa época siempre pensé que el día en que tuviera hijos tendrían que acostumbrarse a verme secándome las lágrimas, porque era absolutamente llorona. De hecho creo que pasó un largo tiempo en que lloraba todos los días. De pena, de angustia, de emoción, todo era motivo para llorar y muchos me decían que me habían dado una especie de maldición al ponerme este nombre asociado a las lágrimas.

Pero algo pasó, y pesar de que en el embarazo y los primeros meses de mis guaguas me lo pasé extrasensible y llorona, pero de pronto dejé de llorar. Ahora pueden pasar mucho días sin hacerlo y a veces trato de recordar cuándo fue la última vez que lloré y no me acuerdo. Por supuesto que ha habido ocasiones en que mis hijas me han visto llorar, especialmente de emoción, pero no es algo que pase muy a menudo. Más bien pasa casi nunca.

Puede ser que para algunos esto sea algo totalmente insignificante, pero para mí, el haber dejado de llorar es otra señal de madurez y de que efectivamente soy adulta. No sé si a todos les pasa esto con la edad, pero creo que en mi caso esto tiene muchísimo ver con la maternidad y el querer darle seguridad y confienza a mis hijas y sin que fuera algo que haya planeado simplemente dejé de llorar.

Link foto: TheAlieness GiselaGiardino


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