El cuento de la gestión «in» de la demanda

    Hay que reconocer que cuando los gestores de medio pelo hablan de la gestión de la demanda, lo hace como si la misma fuese algo muy «in». El problema que ha sucedido con ella viene dado por las posibles erratas y el desconocimiento de la significación que puede tener el sonido [ĩn] según distintas formas de escribirlo o según se anteponga o postponga.

    El resultado del desconocimiento de lo que es la gestión de la demanda, ha dado lugar a diversas actitudes por parte de según que gestor, y según sople el viento. Desde luego en las altas esferas, la única gestión que dicen conocer (eso dicen), es la gestión «in»: autonomía a directores y profesionales que busque ordenar la atención y permitir la máxima satisfacción a ciudadanos, sin convertir los centros de salud en una «viña sin vallao».

    Sin embargo muchos directores de área, distrito, de ZB y UGC (no todos) faltaron el día que explicaron en la EASP lo que es demora y lo que es gestión «in» de la demanda. La demora se entiende que acaece cuando a un paciente se le tarda en atender más de 24 horas tras solicitar cita en atención primaria. Se ve que muchos ni siquiera vieron barrio sésamo de pequeños y no distinguen horas de minutos o segundos, así que han acuñado un nuevo término, basado en la propiedad conmutativa (faltaron también a matemáticas y no saben lo que es), dando lugar a una transposición de palabras, con tan nefastas consecuencias como cuando de grandes vasos se trata: en lugar de gestión «in», traspusieron las palabras y las transformaron en in-gestión de la demanda, es decir: «la demanda te la comes con patatas y ketchup -para que las coronarias se obstruyan lo antes posible-«.

    Hay otro tipo de gestores que incluso tienen faltas de ortografía (se ve que la lengua no era lo suyo), y han adoptado un nuevo estilo de gestión: la gestión hin, que suena igual de bien que la primera pero tiene connotaciones nefastas.

    Y me despido con un refrán que no tiene nada que ver con la entrada (los mal pensados creerán que la foto y el refrán sí que tienen que ver):

    «El que nace para mulo del cielo le cae el arnés.»

    He estado buscando otro que dijera más o menos «el que nace gestor, desde arriba lo señala un dedo», pero lo del mulo es lo más parecido que he encontrado, aunque no tenga absolutamente nada que ver (Dios me libre).

    Esperemos que algún día se decidan a convocar esas plazas por concurso oposición o al menos por concurso de méritos, en lugar de hacer un concurso de popularidad, quiero decir de impopularidad (la partícula im también hace de las suyas según donde se coloque).

    Ni que decir tiene que esto no ocurre en ningún lugar. Es el borrador de un guión de una comedia que estoy preparando y para el que espero vuestras aportaciones.

    pediatria y salud