El indispensable coche paragüa

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por magdalena

Recuerdo que cuando mi hija mayor tenía sólo unos días de nacida, me bajó una angustia de sentir que había mil accesorios que necesitaba y claramente no tenía la plata como para comprarlos todos. Creía que necesitaría un esterilizador para cuando dejara de amamantar, un centro de entretenciones para cuando se aburriera, un saltarín para colgar desde el techo, monitories para oírla todo el tiempo, y muchas otras cosas que con los días me fui dando cuenta no eran para nada indispensables. Pero hubo un accesorio del que me enamoré y que sigo amando igual con el paso de los años: el sencillo coche paragua.

Por supuesto que para los primeros seis meses tuvimos uno de esos coches gigantes que incluían la sillita del auto. Lo bueno es que atinamos y compramos uno usado que estaba casi nuevo y después de que nosotros lo usamos quedó igual. Casi nuevo. Es cierto que es bien útil, pero cada vez que tenía que doblarlo e intentar meterlo en la maleta enana de mi auto enano lo odiaba. Así que en cuanto mi hija cumplió seis meses nos cambiamos al paragüa y realmente fue otra cosa.

Es que es tan livianito, fácil de transportar, además son súper baratos! Lo que en general no se da mucho en los accesorios para guaguas. Y duran años! Porque puede ser que los niños ya sepan caminar hace rato, pero en los paseos se siguen cansado, así que a veces tienen dos o incluso tres años y es posible seguir transportándolos en él.

Para nosotros es un accesorio obligado. Si vamos a comprar a un mall lo llevamos, si vamos a la playa lo llevamos. Hemos viajado con él al sur, al norte, incluso fuera de Chile, donde no sólo ha sido perfecto para pasear y colgar las bolsas de las compras, sino que también en el aeropuerto es un gran aliado, ya que te dejan andar con él hasta la puerta del avión.

Con el paso de los años he tenido varios y la verdad es que, según mi experiencia, no vale mucho la pena gastar en uno muy sofisticado. Con que sea livianito y seguro basta.


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